Gravitación Universal

Imaginemos un papel arrugado. Gigante. De dimensiones descomunales. Y nosotros puestos encima tan tan tan ridículamente pequeños que no tenemos la posibilidad de apreciar esa rugosidad.
Aún así, no somos capaces de escapar de ella y lo queramos o no, siempre estamos en movimiento hacia algún lugar donde la inclinación de nuestra "arruga" nos lleve. Como un tobogán.
¿Qué margen de decisión nos deja esa situación?
Casi ninguna. Ante tan colosal juego infantil, no podemos hacer más que dejarnos llevar o intentar frenar la bajada. O tal vez haya alguna otra posibilidad...
Siendo un recorrido tan largo el que estamos realizando, y visto que la inclinación del mismo no lo podemos controlar nosotros... Qué ocurre con la dirección y el sentido de ese recorrido? Yo puedo inclinarme hacia un lado y cambiar ligeramente el rumbo. O puedo inclinarme con más ganas y cambiarlo más pronunciadamente. O puedo estarme quieto y dejar que el sentido actual sea el correcto.
También puedo quejarme por el sentido actual, o por tener que esforzarme en inclinarme.
Hay tantas decisiones que uno puede tomar. incluso uno puede tomar la decisión de no estar de acuerdo con sus propias decisiones.
¿Qué puede ocurrir si nos da por inclinarnos?
Pues no lo sé. Ni tú tampoco. Ni el otro tampoco. Puedes colisionar con otras personas. Puedes interaccionar amablemente en ese descenso con esas personas, intentar cooperar para poner un rumbo similar, intentar arrollarlos para poder seguir tu camino sin molestas molestias, dejarlos pasar sin que se percaten que podían haber interactuado. Las combinaciones pueden ser muchas y cada una de ellas puede llevar a muchas nuevas preguntas y repuestas.
También puede ser que mientra cambiamos de rumbo lleguemos a un cambio de rasante y entremos en un plano nuevo con una nueva inclinación y una nueva perspectiva completamente distinta de lo que era nuestra primera parte del viaje.
Y tal vez, quien sabe, comprender que acabamos de cambiar de zona arrugada y ser capaces de ver el papel, sino completo, al menos una porción. Para comprender que somos pequeños puntos diminutos que siguen las normas de la gravedad, pero que esa misma gravedad tiene sus propias reglas que se pueden incumplir... O que parezca que las incumplimos mientras buscamos nuestra arruga definitiva.
Puede que una vez lleguemos al fin de ese descenso, nadie nos recuerde o puede que todos aquellos que han interactuado con nosotros sí lo hagan, de una forma u otra. Puede que al final nos encontremos todos en la intersección de las arrugas o puede que rearruguen el papel y nunca dejemos de descender (lo que tarde o temprano se ha de confundir con ascender.... creo...). No lo sé. No tengo respuestas.
Lo único que sé es que un tobogán puede ser muy divertido si todo lo usamos para un mismo fin. Ser felices... ^_^
¡¡Feliz Gravedad Universal a todos!!